El estudio de la demostración, el análisis de las características de la ciencia y sus divisiones, la determinación de las virtudes dianoéticas, etc., son algunas de las ocasiones en las que Aristóteles nos habla de una manera más específica del conocimiento y de sus características.
Según Aristoteles El nivel más elevado de conocimiento vendría
representado por la actividad del entendimiento, que nos permitiría conocer por
qué y la causa de los objetos; este saber ha de surgir necesariamente de la
experiencia, pero en la medida en que es capaz de explicar la causa de lo que
existe se constituye en el verdadero conocimiento.
El punto de partida del conocimiento lo constituyen,
pues, la sensación y la experiencia, que nos pone en contacto con la realidad
de las sustancias concretas. Pero el verdadero conocimiento es obra del
entendimiento y consiste en el conocimiento de las sustancias por sus causas y
principios, entre las que se encuentra la causa formal, la esencia.
El entendimiento no puede entrar en contacto
directamente con la forma, es a través de la experiencia como se va nutriendo
el entendimiento de sus objetos de conocimiento, un proceso en el que
intervienen la sensibilidad, la memoria y la imaginación. Mediante la acción de
los sentidos, en efecto, captamos una sustancia, de la que, mediante la
imaginación, elaboramos una imagen sensible, es decir, una imagen que contiene
los elementos materiales y sensibles de la sustancia, pero también los
formales.
ACTO Y POTENCIA
El acto está determinado por lo que eres ahora, y la
potencia es ciertamente indeterminada porque no se sabe con exactitud lo que
serás en el futuro.
Existe una relación entre acto-forma y
potencia-materia.
LA TEORÍA DE LAS CUATRO CAUSAS
En el libro I de la Metafísica, luego de haber
identificado el verdadero saber con el conocimiento de las causas del ser,
Aristóteles nos presenta las cuatro causas de las que ya nos había hablado en
la Física:
"Evidentemente es preciso adquirir la ciencia
de las causas primeras, puesto que decimos que se sabe, cuando creemos que se
conoce la causa primera. Se distinguen cuatro causas. La primera es la esencia,
la forma propia de cada cosa, porque lo que hace que una cosa sea, está toda
entera en la noción de aquello que ella es; y la razón de ser primera es, por
tanto, una causa y un principio. La segunda es la materia, la indeterminada; la
tercera el principio del movimiento; la cuarta, que corresponde a la
precedente, es la causa final de las otras, el bien, porque el bien es el fin
de toda producción.
Hay, pues, cuatro causas del ser: la causa formal,
la causa material, la causa eficiente y la causa final. Aristóteles pasa
revista a las teorías de los filósofos que le precedieron para ver si alguno de
ellos ha tratado de alguna otra causa que las enumeradas por él.
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